Estos días somos noticia a nivel casi mundial, y no es por Cataluña, es por la ministra de Defensa Dolores de Cospedal. En cualquier país con cierta calidad democrática habría dimitido o la habrían cesado: un humorista ruso toma el pelo a Cospedal. Mejor no pensar en la posibilidad de que esta señora se las tenga que ver frente a un atentado de los llamados «de falsa bandera»…